A David Toscana lo han tachado de misógino (él mismo lo confiesa) porque la mayoría de sus personajes lo son.
Pero nada más lejano a este escritor nacido en Monterrey y que desde hace varios años vive en Europa: se queja de que el Papa Francisco no ha reformado nada, y que para la Iglesia las mujeres deben seguir sometidas a los hombres.
Lo bueno es que no sólo se queja: también escribió una novela en la que parte de la premisa de que José y María tuvieron una hija, no un hijo. Y de que ella, Emanuel, estaba llamada a convertirse en la Mesías.
Esta es la historia que cuenta en Evangelia (Alfaguara, 2016).
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