Rigo era amor
Cuenta el escritor y periodista Fabrizio Mejía Madrid que un día Raúl Velasco le dijo a Rigo Tovar: “Jamás vas a triunfar. Eres demasiado naco”. Pero en contra de esos pronósticos, el intérprete de La sirenita logró reunir a más gente que el Papa Juan Pablo II en su visita a Monterrey.
Cuando buceaba por el fondo del óceano me enamoré de una bellísima sirena Fuera del mar sin vacilar pedí su mano Y nos casamos en las playas de Caleta Pasaron más de nueve meses sin niguna novedad Pero cerquita de los 13 se enfermó de gravedad Tuvimos un sirenito justo al año de casados con la cara de angelito pero cola de pescado.
Al grito de ¡Rigo es amor!, sus seguidores se volcaron a comprar más de 30 millones de copias de sus discos. El público, ése al que no le daba pena que le llamaran naco, amaba al hijo de una familia humilde de Matamoros, Tamaulipas, y a su grupo Costa Azul, con su exótica mezcla de cumbia, balada, bolero y rock.

Víctima de una retinosis pigmentaria que le hacía perder paulatinamente la vista, Rigo Tovar se fue a Londres a recibir tratamiento. Mientras estaba ahí decidió rentar el legandario Abbey Road para comenzar la grabación de su disco Dos tardes de mi vida. Ahí, en el estudio de los Beatles, el músico del brinquito y la melena alborotada hasta la cintura, fue una vez más, feliz.
Me haces daño, mi bien Con tus mentiras y tus caprichos también Me haces daño mi bien Porque me finges amor
Casi ciego y abandonado por quienes hicieron millones con sus música, Rigo Tovar murió en la Ciudad de México el 27 de marzo de 2005. Los médicos dijeron que de un paro cardiorespiratorio, pero quizá la verdadera causa fue la tristeza.

Quiero hablar contigo como un amigo
Decirte todas mis cosas como a una esposa
Quiero en un instante perder la mente como un amante
Quiero que seas para mi:
Mi amiga, mi esposa, mi amante
¿Qué diría Rigo hoy al ver se ha convertido en una especie de objeto de culto? ¿hoy, cuándo lo “naco” ya no es un pecado sino un atributo? Probablemente sólo se subiría al escenario a cantar Perdóname mi amor por ser tan guapo…