Bitácora de una lectora compulsiva. De familias, animales y escritores: Gerald Durrell


Por Magdalena Carreño

A veces creo que escribir sobre aquello que te apasiona resulta más complicado porque, de alguna manera, se tiene el compromiso de generar el mismo entusiasmo que uno siente por el tema tratado en cuestión. Esto me pasa hoy con Gerald Durrell, escritor y naturalista británico.

La sugerencia de hablar de él la tomé de un diálogo en Twitter, ya que hace unas semanas en La libreta de Irma se recordaron los 104 años del nacimiento de su hermano Lawrence Durrell, el cual es bien recordado por El cuarteto de Alejandría, sin embargo no estoy tan segura que, al menos en México, se mencione con frecuencia al menor de los hermanos Durrell.

¿Y por qué me entusiasma escribir sobre Gerald Durrell? Básicamente porque una de las mejores experiencias lectoras las he tenido ha sido con su trilogía de la isla de Corfú. Recuerdo que desde las primeras páginas hubo carcajadas limpias que convirtieron a la familia Durrell en personajes entrañables, desde la madre, Larry (Lawrence), Leslie, Margo, su autor y un grupo de personajes inusuales como Spiro, el interprete y guardián de la familia durante su estadía en Grecia.

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Entre los personajes que utilizan otro idioma pero marcan diversos suceso familiares el perro Roger, Ulises el mochuelo, la salamanquesa Gerónimo, Cicely la mantis y por supuesto, la tortuga Aquiles.

Ante los ojos de Gerry, su misma familia se vuelve un grupo de especímenes al cual observar y del que tomar nota, es así que durante los 4 años que vivieron lejos el autor se llenó de aventuras y experiencias, además de afianzar su amor por la fauna.

En su narración Gerald marca claramente la personalidad de cada miembro de su familia, Larry es un joven pretencioso que cree saberlo todo y tiene amigos lo suficientemente peculiares como para alterar la relativa paz de la alocada familia Durrell. Por su parte, su hermano Leslie es un joven al que sólo le interesan las armas y la caza (vaya ironía), su hermana Margo tiene los problemas típicos de una adolescente y su madre demuestra todo su temple al mantener la calma ante cada suceso de la familia.

Mi familia y otros animales es el título más conocido de la trilogía, al que le siguen Bichos y demás parientes y El jardín de los dioses (Alianza Editorial). Cada uno trata sobre los acontecimientos que vivieron en cada villa que habitaron.

Los paisajes de Grecia son detallados por el autor así como las costumbres de algunos de los insectos con los que suele encontrarse en sus escapadas. En algún punto se convierte en propietario de una pequeña embarcación que le lleva a explorar nuevos rincones de la isla.

Desde mi perspectiva, algo que va más allá de la nacionalidad hermana la escritura de Gerald Durrell con la de Roald Dahl, es el humor. Las anécdotas que cuenta en muchas ocasiones están cargadas de ironía, lo cotidiano adquiere un tinte de magia, es así que la descripción de un jardín se convierte millones de posibilidades para un niño de  10 años:

“Este jardín de casa de muñecas era un país encantado, un bosque de flores transitado por criaturas que yo jamás había visto. Entre los gruesos y sedosos pétalos de cada capullo de rosa vivían arañitas como cangrejos, que se escabullían de lado si se las molestaba. Sus cuerpecitos translúcidos tenían igual coloración que su flor respectiva: rosa, marfil, corinto o amarillo manteca. Sobre los tallos de los rosales, incrustados de pulgón, las mariquitas se movían como juguetes recién pintados: mariquitas rojo pálido con grandes puntos negros; mariquitas rojo manzana con puntos pardos; mariquitas color naranja moteadas de gris y negro. Simpáticas y gordinflonas, rondaban comiendo por entre los anémicos rebaños de pulgones.”

Esta es una breve prueba de las narraciones de Gerald, quien a partir de estas experiencias cimentaría un camino que le llevaría a tener su propio zoológico (Zoo de Jersey), a viajar por diversos países (incluido México), crear 12 series documentales para televisión y escribir más de una treintena de libros que incluyen tanto sus relatos autobiográficos como historias de ficción.

¿Cómo fue la vida de la familia Durrell en Grecia? “Vivir en Corfú era como vivir en medio de la más desaforada y disparatada ópera cómica”, la cual seguramente los lectores disfrutaran en cada página legada por Gerald Durrell.

Elia
Magdalena Carreño
MAGDALENA CARREÑO ES PERIODISTA, LECTORA COMPULSIVA, APASIONADA DE LA MÚSICA Y LAS ARTES PLÁSTICAS. CREO QUE LA LITERATURA ES EL MEJOR ESCAPE DE LA REALIDAD Y A LA VEZ, LA MEJOR FORMA DE ACERCARSE A ELLA.
@NUITAILE
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