Por Irma Gallo
Sin Dios y sin Diablo (Plaza y Janés, 2013) es una novela sobre la voluptuosidad femenina. Según su autora, Celia Gómez Ramos, «parte de lo íntimo y avanza hacia lo público, narra a partir de las páginas amarillentas de una carpeta, la vida de dos mujeres (Camila y su tía abuela Carlota) y su entorno en el México de dos épocas distintas, y con ello, la transformación de una sociedad a lo largo del último siglo. Es una apuesta a la memoria a partir de la palabra, a la sensualidad a partir de la palabra. Sobre el acto de la escritura en la piel, en el cuerpo, en la mente; el lector y el erotismo».
A tres años de su publicación, Celia se encontrará con los lectores de Sin Dios y Sin Diablo. La cita es el martes 31 de mayo, a las 19:30 horas en el Centro Horizontal, Colima 378, Colonia Roma. La escritora y periodista lo ha definido como «Un festejo con la palabra y la memoria».
En entrevista con La Libreta de Irma, nuestra colaboradora habló de lo qué significa esta novela en su carrera, así como de las etiquetas literarias y su utilidad, y finalmente de la respuesta de los lectores:
1.¿Qué significó en tu carrera Sin Dios y sin Diablo cuando se publicó, y cómo la percibes ahora, tres años después?
Su publicación llegó después de mucho tiempo de trabajarla y retrabajarla. El primer borrador lo tuve en 2005, así que, si se publicó en 2013, fueron ocho años de no cejar en el empeño. La ingresé a concursos y a dictamen, hasta que Random House entonces, ahora Penguin, dijo que sí. De entonces, a que se publicara, todavía transcurrieron dos años y en ese tiempo pasé por tres editores, que me ayudaron mucho a enriquecerla con sus puntos de vista.
Me hizo creerme la posibilidad de dedicarme a la escritura, algo que desde niña pensé sería mi vida. Diez años antes, había publicado una primera novela “…Y todos fuimos tentados”, pero sin la formación que ahora tengo. En una década avanzas mucho, seguí estudiando, tomé por tres años el Diplomado en la Escuela Dinámica de Escritores, dirigida por Mario Bellatin; acudí a un par de Talleres de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano; además de trabajar todo ese tiempo en áreas de comunicación y escribir para diversos medios. Tomé cursos, seminarios e insistí sobre la página. Así que el que viera la luz, me permitió seguir soñando y haciendo (me refiero a escribir con más tenacidad y corregir todo el tiempo).
Hoy, después de tres años de su publicación, creo firmemente que esta novela Sin Dios y Sin Diablo tendrá un camino largo, porque de alguna manera permite soñar con el deseo, con el erotismo, con el romance; y habla sobre la importancia de la palabra; de las letras en la transmisión de emociones. Mira que el hecho de que la sobrina nieta, Camila, encontrara el diario íntimo y sensual de su tía abuela, Carlota, y que en su adolescencia lo leyera, permitió que esta jovencita conociera a un personaje muy distinto a aquel que tenía en frente, uno con verdadera pasión y emociones, con anhelos y deseos. Eso a Camila, le determinó la vida…, a partir de las letras en unas hojas amarillentas.
2. ¿Cuál ha sido la respuesta de los lectores? (Tal vez lo hayas medido en redes sociales o quizá te hayan escrito correos), y ¿por qué decidiste hacer este encuentro?
Si no me aterré cuando salió mi primera novela, sí cuando salió esta, Sin Dios y Sin Diablo. Temía que no ocurriera nada, que no se emocionaran como yo al escribirla. Mi madre fue mi primera lectora, porque de algún modo, el sitio en que se desarrolla la historia de Carlota, la mujer de principios del siglo XX que nunca se casó y vivía en un ambiente rural, es mi recuerdo del pueblo en que mi madre nació. Fue mi madre la que me dio algunas frases y recuerdos, para ir hilvanando la novela.
Yo siempre creo en los homenajes, y me gusta pensar que, como alguna vez lo platiqué con mis parientes, esas frases pueblerinas que habíamos escuchado, estarían en una historia, como parte de nuestra memoria familiar, pero que no se quedarían ahí, que también estaban ahí por esa posibilidad de ser entrañables para otros.
Estoy asombrada de que mi novela sea leída por jóvenes, y la respuesta me ha llenado de felicidad. Hace unos meses, comencé a recibir correos y también mensajes por Facebook, porque la habían leído estudiantes de preparatoria… A mí me genera mucha emoción que mis amigos puedan leerla y hacerme algún comentario, pero que se tomen la molestia y me busquen y/o escriban personas que no conozco, para decirme que la leyeron y sus impresiones, me genera un entusiasmo inusitado y me alienta a continuar escribiendo. También si existe crítica me alienta, porque a partir de ahí reflexiono sobre mi escritura.
Este Encuentro con lectores, a tres años de la publicación de Sin Dios y Sin Diablo, es una búsqueda por compartir las lecturas que cada quien puede dar a las palabras, a las historias. Es un agradecimiento también, por haberme permitido, a partir de las letras, acompañar algunas horas de su tiempo con mis personajes. Es saber, qué cambiarían o qué no, y por qué. Es una oportunidad de convivir. Y quienes comentarán el libro, son tres lectores, que son importantes para mí, y a quienes conocí de manera excepcional, y curiosamente, por la historia.
Las redes sociales han sido importantes, mucho, para saber quiénes leen el libro, y poder entrar en contacto.
3. Una vez le pregunté a Ana Clavel si se consideraba una escritora erótica y me dijo que prefería que no la acotaran solamente a eso. En tu caso, ¿te asumes como tal?, ¿te importa?
A mí no me importa que me consideren escritora erótica, supongo que me sentiría feliz de ser considerada como tal. Si hemos de catalogar o etiquetar, me parece un interesante desafío para quien escribe, porque habrá de demostrar lo que puede hacer con su escritura. Desde el terreno que borde, sea un artículo, cuento, entrevista, crónica, novela…, todos los caminos me llevan a las pasiones humanas. Ojalá siempre pueda a partir de las letras, tocar las pulsiones humanas, provocarlas. Me encantaría.
Para mí es fundamental el cuerpo, porque fui una niña con la salud resquebrajada, y considero que el gozo siempre es físico y mental, en el orden que le pongas, pero siempre van los dos. El cuerpo es lo que nos conecta con el mundo. Eso nos hace ciudadanos más equilibrados y más felices.

Celia Gómez Ramos, es periodista y escritora mexicana. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM, con estudios en la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, la Escuela Dinámica de Escritores y en 17, Instituto de Estudios Críticos. Sin Dios y sin diablo es su segunda novela.
También escribió Las amorosas más bravas, su primer trabajo periodístico de largo aliento imagen-texto con la fotógrafa Bénédicte Desrus. Ha publicado cuento, entrevistas, reportajes y crónicas en diversas revistas nacionales e internacionales. A partir de 2009 escribe la columna semanal “Mujeres en busca de Sexo” en El Sol de México y diarios de la Organización Editorial Mexicana y a partir de su fundación, colabora con “Historias de crueldad”, en La Libreta de Irma. Es una buscadora de historias, y adora pulsar la ciudad y a su gente. Nunca usa pseudónimos “porque es tan difícil ser uno, que para qué tratar de ser dos”.
SIN DIOS Y SIN DIABLO
Celia Gómez Ramos
Plaza y Janés
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