Por Irma Gallo
La idea de escribir una novela sobre el mundo de la televisión comercial, con sus divas sometidas a numerosas cirugías estéticas, sus paparazzis, sus empresarios codiciosos y los intereses millonarios que se mueven en el negocio de embrutecer a los televidentes no es nueva: ya la había utilizado Fabrizio Mejía Madrid en Nación TV, y ya la había hecho película Luis Estrada en La dictadura perfecta, pero Fernando Lobo dice que no le interesaba ser original, sino seguir hablando de una realidad que no ha cambiado en nada.

«No me preocupa en lo más mínimo si alguien ha tocado el tema. De hecho ni siquiera es una variación, es un enfoque que a mí me parece bastante personal».

«Me parece que esta sociedad debe comenzar a cuestionarse con mucha franqueza si en realidad estamos viviendo el mundo tangible, el mundo de los fenómenos racionales, el mundo sensible o de plano nos vamos a la ficción».

«Hablar de televisión en México es hablar de política y de economía. En realidad es algo que de algún modo ha regido nuestras vidas, y de algún modo también nuestras conductas, nuestra moral.»