Por Luis Adrián Ramírez
¿Cuántas Carta al padre se han escrito en el mundo y cuántas letras se han quedado en el rencor?
En el radical y natural de los casos, ¿cuántas Carta al padre están desembocando en estos momentos en violencia o tragedia?
La Primerapiedra está preocupada por los «trágametierras» cotidianos, por lo que este episodio contará con la presencia de Franz Kafka y su Metamorfosis. Puede poner en su aparato reproductor la canción de «El chubasco», de Los Cadetes de Linares, para que se ambiente.
Oiga, mi amigo, ¿por qué está tan triste? «Pos ¡cómo no!», ha de responder enérgicamente Gregorio Samsa. Es que él lleva «el chivo» a la casa y parece que ni las gracias le dan. Pero créanme que él no se da cuenta de eso porque él trabaja bien y desquita su sueldo… y aparte: viaja mucho.
Pero llega un momento en que cualquier ser mortal en el planeta Tierra ya no quiere salir de su recámara porque «amaneció mal»o en el peor de los casos (los dramáticos no me dejarán mentir) porque amanecieron convertidos en algo monstruoso, no importa si en escarabajo o en cucaracha. Con el sólo hecho de pensar de que ya no tenía dos pies sino numerosas patas, penosamente delgadas, que se agitaban si concierto, no importa en cuál bicho se haya convertido.
Quienes han leído La metamorfosis me han dicho que «qué culera su familia». Chale. Con sólo decirles que su hermana, al haber comprendido el estilo de vida del bicho (su hermano Gregorio Samsa) y ver que le gustaba pasearse por las paredes y techo a toda velocidad, se le ocurrió sacar todos los muebles y cuadros para que su hermano se moviera feliz sin ningún obstáculo. ¡Eso es pensar en el hermano! Al fin, ya es un insecto.
Parece que la metamorfosis es de la familia de Gregorio Samsa porque se tuvieron que adaptar. ¡Vaya tarea! Y hasta culpan a la mamá, al papá y a la hermana, de haberlo dejado sólo.
A ver: De pronto, «Pedrito» se convierte en chango. Y parece que a muchos le gustan los changos, pero es tu hermano «Pedrito»…
En menos de 100 páginas pueden leer La metamorfosis; es la historia de cómo le hizo su familia para convivir con él, convertido en un animal con muchas patas y sustancias pegajosas.
No atormenten más a Franz Kafka y es bueno aprender a identificar a los «Gregorios Samsa» de nuestra comunidad para que no mueran abandonados y/o por no saciar el hambre. Los insectos tienen sus gustos.
Cuidado con los creadores de «Gregorios Samsa». También aprendan a identificarlos.
«El autor no dormía casi nunca», dice Reiner Stach, un especialista en la obra de nuestro estereotipado Kafka. No dormía, como las chicas de Las noches habitadas, de nuestra querida Alma Delia Murillo, que será el próximo capítulo de la Primerapiedra, la más difícil de aventar.

LUIS ADRIÁN RAMÍREZ ORTIZ ES UN FILÓSOFO DE MAZATLÁN, SINALOA, DONDE SE ENCUENTRA EL FARO NATURAL MÁS GRANDE DEL MUNDO. ES EDITOR EN WWW.PUNTO.MX, EL MEJOR DIARIO DIGITAL DE SINALOA. POCAS VECES HABLA COMO TEÓLOGO. NO DA CONSEJOS. DICE QUE ES BUENO ALFABETIZANDO ADULTOS. EN TWITTER LO PUEDES ENCONTRAR COMO @DONLOGOS, AUNQUE SE SABE QUE EN EL PRINCIPIO NO ERA EL LOGOS SINO EL JADEO O EL GRITO.
Deja una respuesta