Por Irma Gallo
El jurado, presidido por Juan Marsé e integrado por Almudena Grandes, Juan Gabriel Vásquez, Alberto Barrera Tyszka, ganador de la edición anterior, así como Juan Cerezo, en representación de la editorial, decidió otorgarle el premio a esta novela por:
«El original tratamiento narrativo, corrosivo y descarnado, del mundo de la empresa en el que se mueven personajes de la más diversa condición, y la visión cáustica de los nuevos mantras new age que rigen el ámbito laboral y que ocultan una batalla, a veces sórdida, por la supervivencia en plena crisis».
El premio consiste en una estatuilla de bronce diseñada por Joaquín Camps y en un anticipo sobre derechos de autor de 18.000 Euros.
Este año se presentaron 531 manuscritos como respuesta a la convocatoria.
El escritor y periodista nacido en Sevilla en 1976 es también autor de las novelas Chatarra (con la que ganó el Premio de Novela Corta de la Universidad Politécnica de Madrid), Perrera, La Canción donde ella vive, La mano, Moro, Tan lejos de Krypton y Todo está bien.
Entre los escritores que han ganado este premio en ocasiones anteriores se encuentran Élmer Mendoza, Alberto Barrera Tyszka, Rafael Reig, Betina González y Evelio Rosero.
La gran ola se publicará en noviembre en la colección Andanzas.
Síntesis de la novela:
Julián Márquez está al límite. Y no sólo por sus problemas domésticos, que son considerables, sino por los del trabajo. Director de una de las divisiones comerciales de Monsalves, una empresa familiar en expansión, recibe presiones de la compañía porque los números no cuadran. Casi nada cuadra en su vida, confundida siempre con el trabajo. Porque vivir es sobre todo sobrevivir. Algo que sabe bien el recién incorporado Ribera, comercial inmobiliario venido a menos tras la crisis del ladrillo y un buscavidas que ve ahora la gran oportunidad de volver a remontar. En Monsalves se encuentra con que los empleados viven sometidos a las nuevas formas del mundo laboral de la mano de Estabile, un coach que quiere revolucionarlo todo según las técnicas del pensamiento positivo. La gran ola representa una visión ácida y sin paliativos de las nuevas empresas, cautivadas por los rutilantes y no del todo saludables mantras de la motivación, el liderazgo o la capacidad de superación, y retrata, de manera imborrable, los estragos que en algunas corporaciones han dejado los últimos años de crisis económica.
Deja una respuesta