Texto y fotos: Irma Gallo
«Desde las primeras sesiones con el dentista pensé que era muy interesante escribir una cosa sobre esas sesiones y sobre la espera y la lectura».
Esa escritura constante, en la sala de espera del dentista, culminó después de 16 años en la novela más reciente de Margo Glantz, Por breve herida (Sexto Piso, 2016), en la que los dientes, la boca, el pintor Francis Bacon y la música juegan un papel fundamental.
«Pero este libro seguía latente, latente, fragmentario y el dentista seguía permanente. Y yo seguía preocupada por esas sesiones y por esa ritualidad que escindía mi vida en dos mitades absolutamente diferenciables: por un lado estaba yo en el consultorio del dentista leyendo con la boca abierta o estaba yo viajando, o estaba yo con mis amigos, o estaba yo con mis nietos, estaba yo con mis hijas, o estaba yo lavándome los dientes pero en mi casa, y eran como dos mundos. Y dije: ese mundo lo tengo que recrear de alguna manera, bien recreado hasta que salió.
Desde su libro Saña, Francis Bacon ya ocupa un lugar primordial en la obra de Margo Glantz. Su obsesión por el grito como símbolo del horror, la boca desdentada o con dientes deformes y a veces ensangrentados, también aparece en Por Breve Herida.
«Es más, algunos fragmentos de Saña reaparecen en este libro porque me parecía que era importante y porque siento que, como digo ahí, «El orden de los factores en literatura altera irremediablemente el producto», pero él como pintor, desde que lo vi por primera vez cuando era yo agregada cultural en Inglaterra, en Londres, que me mandaron de Relaciones Exteriores, vi una exposición de los pintores ingleses del siglo XX y uno de los pintores que más me impresionó fue Bacon, a quien yo no conocía».
La repetición en la obra de Bacon fue una de las cosas que fascinaron a la autora de Historia de una mujer que caminó por la vida con zapatos de diseñador, porque ella misma la utiliza como un recurso literario acertado:
“Siempre me pareció muy singular el hecho de que repitiera más de 40 veces la misma imagen, y que esa imagen estuviera siempre con la boca abierta, gritando. Me parecía una imagen muy nítida y muy metafórica de lo que significa el horror».

«La reiteración es fundamental al principio de la escritura. Cuando un niño aprende algo exige que le reiteren las cosas; quiere que le cuentes el mismo cuento otra vez, y si se lo cuentas distinto se enoja».
«Creo que la repetición es uno de los elementos fundamentales de toda escritura: la Biblia repite, el Corán repite, la literación, el sonido reiterado, es fundamental».
A partir de observar la obsesión de Bacon por las bocas abiertas y los dientes, Margo Glantz dio rienda suelta a una búsqueda propia que tiene mucho de gozosa pero en igual medida de dolorosa:
«Entonces empecé a juntar dientes por todos lados: los míos y los de los grandes escritores, los de Bacon, todos los que yo podía y me encontré con que a todo el mundo le fascinan y le obsesionan los dientes».
En Por breve herida, Margo Glantz recurre a la música, la literatura, las artes visuales y hasta el google y la wikipedia para acompañar sus visitas al dentista, pero ¿cómo amalgama estos tipos de saberes sin que tanta erudición se convierta en un distractor, o peor aún, moleste al lector?
«Quizá me ayude mucho ser maestra, porque tengo que tratar de que mis alumnos entiendan lo que significa un texto, analizarlo y todas esas referencias culturales que todo texto necesariamente convoca”, responde. «Entonces trato de explicarlo y trato de ponerme al alcance de mis estudiantes y de que ellos trabajen conmigo y al mismo tiempo ellos me retroalimentan y me hacen que piense mejor».
Las dos bocas
En la novela más reciente de la ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2010 hay también referencias a la vagina como esa otra boca por donde se alimenta la sexualidad:
«Hay toda esa literatura terrible, en donde los hombres detestan a las mujeres por la vagina dentada y que las mujeres te pueden acabar, entonces es una boca con dientes también la vagina”, dice Margo.
«Hay todo ese fantasma a la masculinidad que puede ser la vagina dentada. Yo siempre lo he escrito, desde muy jovencita, trabajé el problema de la vagina y de la segunda boca».
La recién galardonada con la XVI Presea Cervantina en el marco del famoso festival, concluye la entrevista con una recomendación, la de uno de los autores más mencionados en Por breve herida:
“Hay gran escritor que también escribe cosas interdisciplinarias, intertextuales, que es Pascal Quignard, que tiene un libro que yo lo recomiendo como el mejor libro sobre erotismo que se ha escrito que se llama El sexo y el espanto, en donde trabaja también este elemento».
Por breve herida
Margo Glantz
Sexto Piso, 2016.
Deja una respuesta