Por Celia Gómez Ramos
Cada que escucho o leo que “Dicen”, me surge la pregunta: ¿quién? Sin embargo en este caso, valga el ‘dicen’, como si fuese un conocimiento generalizado, acaso del dominio público, al hecho de que cuando existen problemas de próstata, puede descubrirse con facilidad, porque todo sale para todos lados, como con aspersor.
He preguntado ciertamente a algunos médicos, que han corroborado mi “Dicen”. Pero si les señalo, el fulanito doctor tal; perdería autoridad frente a ustedes, por solo ser uno. Tendría que revestirlo de estudios, cargos y prestigio, para que ustedes aceptaran mi afirmación como válida, o bien, poner otras cartas en el juego, y sostener como ficticio, que en esta comunidad cerrada, las cosas funcionaban así, y que para todos era sabido, que cuando existen transtornos prostáticos, es sencillo descubrirlo, porque se dispara para todos lados, como aspersor. ¡Volvemos al aspersor!
Entonces, considerando válida la afirmación anterior, díganme si no es verdad, que muchas llaves, de distintos tamaños y colores, pero no de las que insertas para abrir cerraduras, sino de aquellas llaves a las que tan solo das vuelta, los grifos, y de las que por fortuna, todavía sale agua, padecen la mismísima aventura.
Si pensáramos tan solo en nuestra ciudad, con unos 26 mil kilómetros, y tuberías con edad promedio de 50 años. Imaginemos en zonas menos urbanizadas. En la cantidad de llaves por casa habitación a nivel nacional…
Ese derrame poco uniforme del grifo, un chorrito por aquí, otro por allá, y otro más, hasta por la rosca que presiona el filtro, marcan un terrible problema prostático proveniente de las cañerías y expulsadas por el grifo. Para terminar el cuadro, pervive un goteo.
Pues sí, señoras y señores, es tiempo de que lo entendamos, los problemas de próstata son crecientes en los varones y aumentan con los años, pero también en los grifos que tenemos en nuestras casas, para recordarnos ese deterioro nacional diario.

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