Por Irma Gallo
Según Edmundo Paz Soldán, cuando Alberto Fuguet publicó la antología McOndo, a la generación post boom la tacharon de individualista y simpatizante del liberalismo de mercado. Hoy, los escritores nacidos en la década de los ochenta en América Latina ya no cargan el peso del boom sobre sus espaldas. Parece que no tienen nada que explicarle a nadie. Entonces, ¿hay algo que los identifique como generación?
Conversamos con tres narradores nacidos en los ochenta en Argentina, México y Nicaragua, y esto fue lo que nos dijeron:
La generación del Internet

Camila Fabbri, narradora, dramaturga y actriz argentina, lo define así:
«Somos la generación hija del internet también. Me parece que también tenemos como al alcance mucha información que por ahí en otras épocas no había. Tenemos acceso a estadísticas, a fotos, a imágenes, iguales a los que por ahí jamás iríamos, entonces los podemos imaginar».
Pero insiste en que no es fácil encontrar características o preocupaciones temáticas que definan a la generación de narradores nacidos en los ochenta en América Latina: «Existe también la multiplicidad, me parece. Yo no solamente escribo narrativa, también escribo teatro, he actuado. Me parece que son cosas que le suman también».
Una generación valiente

Para la narradora y editora mexicana, Ave Barrera no hay una sola temática. «Porque siento que la literatura en nuestras manos, en nuestras primerizas manos, es muy diversa. Es más diversa que nunca. Todos pertenecemos a ámbitos muy, muy distintos».
«Si algo nos caracteriza además de esta gran diversidad, es la falta de miedo, y eso me encanta. Creo que se se ha escrito mucho, hemos leído mucho, hemos publicado en el sentido de externar la voz, gracias a los medios que todo el tiempo están ahí con su vértigo y eso nos ha ayudado a perder el miedo. Creo que no tenemos miedo de asumir una postura si es necesario asumir una postura, ni de no asumirla».
Nicaragua: De la poesía a la narrativa
El narrador nicaragüense José Adiak Montoya explica así el panorama literario en su país en las últimas décadas:
«Nicaragua tradicionalmente ha sido un país donde la tradición literaria está adjunta a la poesía. En Nicaragua venimos de una tradición poética enorme, fundada por Darío. Entonces todos pensábamos, incluyéndome a mí, que para ser escritor uno tenía que pasar necesariamente por la poesía».
Sin embargo, advierte, actualmente se está viviendo un despertar de la narrativa.
«Más jóvenes han visto esta necesidad de contar historias, de narrar todo lo que ha sido el proceso histórico de Nicaragua, del cual nosotros somos este resultado».
Nota: Este reportaje se realizó durante la 30 Feria Internacional del Libro de Guadalajara. La versión en video se transmitió en Noticias 22.