Por Concha Moreno
De acuerdo a Hollywood, existen dos tipos de películas políticamente cargadas: los dramas ultraserios (digamos Todos los hombres del Presidente, de Alan Pakula) o los melodramas patrioteros como Mr. Smith va a Washington. Entre ambos estilos estaría Oliver Stone, que construye historias conspiranoicas que se vuelven autoparodia.
Spike Lee se desmarca de esas tres sombras. Lee crea sátiras que son realmente contestatarias y son tan punzantes que es imposible salir de una de sus cintas sin tener una opinión. Por ejemplo, Haz lo correcto, su ópera más lograda, es una de las piezas fundamentales para entender las relaciones raciales en Estados Unidos. Si después de verla se piensa que es más importante la propiedad privada que la vida de un ser humano, está usted del lado incorrecto de la calle.

Con El infiltrado del KKKlan Lee ganó el Óscar a mejor guión adaptado y ese es el mayor galardón que ha ganado en su propia tierra, donde sus películas son de lo más incómodas. Pero divago: lo que yo quería decir es que, aunque a uno le caiga pesado el discurso de Lee, es un cineasta muy divertido. Gran narrador de historias, tiene un gran sentido del humor y nunca deja que sus personajes sean sosos o innecesarios.

Todo esto porque vía Netflix se acaba de estrenar Da 5 bloods, el nuevo festival satírico de Spike Lee. Y es todo lo que uno podría esperar de él. Es, puede ser, su mejor película.

Cuatro veteranos de la guerra de Vietnam regresan a ese país de sus quebrantos para recuperar los restos de uno de sus compañeros, el líder del grupo conocido como los Bloods del título. Sería fácil para Lee hacer de estos exsoldados de raza negra un grupo de mártires santurrones. Pero no. En una de las primeras secuencias uno de los personajes afirma que está a favor del muro con el que Trump amenaza a México. ¿Está Lee a favor del muro? No: sólo está haciendo un discurso complejo de las tensas relaciones raciales allá arriba.
El viaje no implica únicamente rescatar al camarada caído, no, no, no. En Vietnam dejaron un tesoro: una maleta de lingotes de oro que deciden no reportar a sus superiores. ¿Para qué? De cualquier modo se merecen ese dineral por el racismo que han sufrido durante su vida. ¿Podrán estos cuatro pícaros enfermos de estrés postraumático ganar esta apuesta?

La cinta toca varias notas afinadísimas sobre, por supuesto, el racismo (tema tan adecuado hoy con las protestas por la muerte de George Floyd a manos de la policía), la guerra y la moral de romper la ley en un status quo injusto.
Da 5 bloods es un viaje hilarante y controvertido. Quien mira no sabe si empatizar con los personajes u odiarlos. Ambos sentimientos surgen durante las dos horas y media de la cinta. Una ovación a Netflix por darle carte blanche a Lee para que contara la historia justo como la quería. Y maravilla es que podamos disfrutarla en casa en estos tiempos inciertos.

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