Por Concha Moreno
(Foto de portada): Masterclass
Como les había contado antes, aproveché el encierro para acomodar mis libros. Me caigo bien: encontré libros que no he leído y que pensaba comprar en cuanto saliéramos a la calle.
Uno de esos libros –de hecho una colección de libros– es Sandman, la novela gráfica escrita por mi admirado Neil Gaiman. Soy un obsesa cuando se trata de Neil: tengo todos sus libros, los que ha escrito para niños, los de ensayos, las novelas más «maduras» y por supuesto los cómics. Uno de mis cómics de superhéroes favoritos de todos los tiempos es Marvel 1602, una reimaginación de los personajes de la casa Marvel (ya saben, los de las películas megaexitosas de la última década) en la era isabelina, con cuellos de holanes y la cara de no haberse bañado nunca. Genial, genial.
Pero les decía que acomodaba mis libros y me encontré con la serie de Sandman en español. Como soy bien fangirl de Gaiman, Sandman ya lo tenía en inglés pero la edición en español me pareció tan bonita (por ejemplo, es de pasta dura y está cosido, a diferencia de la edición original, cuya portada es de cartón) que decidí coleccionarla de nuevo. Era sábado y no tenía otra cosa que hacer más que quejarme del calor así que me puse a leer Sandman en español. No me arrepiento ni dos segundos de haberla comprado, la traducción es fenomenal, con gran soltura oral. Me explico: hace no mucho las traducciones de cómics pecaban de ceremoniosas, o por el contrario, eran de un coloquialismo que se sentía falso. Por ejemplo: Spider-man diciendo «qué chido». Esas traducciones lo arruinan todo. No así la de Sandman que está en el punto justo.
El dios del sueño no vende almohadas Sognare. El dios del sueño es hermano menor de la Muerte y es capaz de armar guerras a través de sus soñadores humanos. ¿Qué quimeras alimentan los sueños de los ambiciosos, los malvados, los inocentes? Sólo Morfeo lo sabe. Sandman es la novela en diez entregas de las peripecias del dios del sueño que se encuentra viviendo entre dos mundos: el de los seres superiores y el de los simples mortales. En sus aventuras se enfrenta a demonios, ladrones oníricos, brujos e ingenuos que creen que pueden controlar a los Eternos, la familia de dioses a la que pertenece Morfeo.

La historia de Sandman es tan intricada que no parece obra de un solo escritor. Neil Gaiman es un fuera de molde. Es como Tolkien o como Borges: una mitología en un solo hombre. Además de Sandman, Gaiman es capaz de escribir libros para niños que comienzan con el asesinato de una familia y sin embargo la historia es adorable. Tiene otro libro llamado Afortunadamente, la leche, en la que un papá sale a comprar leche y acaba lidiando con ovnis y otras criaturas fantásticas. Quizá su mejor novela es American gods, aunque esa es una decisión difícil, tiene tantas obras excelentes.
¿Quieren que grite como fan de los Beatles y me desmaye como si me besara Elvis? Preséntenme a Neil Gaiman. Daría mi brazo izquierdo por un autógrafo, y miren que soy zurda.

Deja una respuesta