Por Irma Gallo
La lectura, actividad que ha resultado una auténtica herramienta de supervivencia, particularmente en estos meses oscuros en que un virus nos ha mantenido cautivos en nuestros hogares —a los afortunados que hemos podido quedarnos en casa—, es el centro de la oferta de una iniciativa entre la Fundación para las Letras Mexicanas a través de la Casa Estudio Cien Años de Soledad, y las universidades Veracruzana y Autónoma de Nuevo León, que se dio a conocer por medio de una conferencia de prensa virtual.

La doctora en literatura hispanoamericana Lucía Melgar, quien impartirá el curso «En busca de una literatura propia: Narradoras latinoamericanas», todos los jueves del 11 de febrero al 6 de mayo, explicó que se enfocará en «la idea de cómo las escritoras han aportado en nuestro imaginario, a la textualidad latinoamericana, nuevas formas de ver la realidad desde una perspectiva no necesariamente de mujer, pero sí una perspectiva distinta en función de su ubicación en la sociedad y en función de su visión de la condición de la mujer, de las relaciones de género, etcétera».
En ese sentido, se presentará un conjunto de narradoras latinoamericanas que por fin han entrado al canon literario, y a otras que están aportando nuevas visiones y nuevas formas de escribir. El curso tendrá una perspectiva de crítica feminista y de género.
«Celebro que dos universidades públicas del más alto nivel, la Universidad Veracruzana y la Autónoma de Nuevo León, se sumen a este trabajo», dijo Juan Villoro, al anunciar el curso «De la crónica a la ficción: Gabriel García Márquez» que impartirá los miércoles del 3 de febrero al 28 de abril en el marco de esta iniciativa.

«El curso que yo he planeado se ocupa de una franja de Gabriel García Márquez, porque no es posible agotar su ejecutoria en tres meses. Lo que a mí me interesa particularmente es el trasbase del periodismo a la ficción: cómo las primeras armas de Gabriel García Márquez como cronista le sirvieron de manera esencial para escribir una literatura que para mucha gente no tendría tanto qué ver con la realidad y que, sin embargo, tiene anclajes muy directos con ella. Convertido en uno de los primeros exponentes del realismo mágico, se pudo pensar que todo lo que él escribía venía de una fabulación casi sobrenatural, y sin embargo esto proviene de un largo oficio que se ancló en el periodismo», dijo Villoro.
El curso se basa en la premisa de que el periodismo en sus mejores momentos es gran literatura escrita bajo presión, dijo el autor de El testigo, y recordó que el hecho de que Elena Poniatowska haya recibido el premio Cervantes y que se le haya reconocido como periodista, «quiere decir que está cambiando la percepción que se tenía del periodismo, como algo necesariamente fugaz».

«Se han establecido puentes muy fluidos para renovar la literatura a través de lo que llega de la no ficción», dijo también, y puso como ejemplo No decir todo, de Emiliano Monge, El cuerpo en que nací, de Guadalupe Nettel y Autobiografía del algodón, la nueva novela de Cristina Rivera Garza, quien, por cierto, también participará en esta iniciativa con «un revelador panorama en torno de la representación literaria de la frontera de México y Estados Unidos», según dijo el Coordinador de la Casa Estudio Cien Años de Soledad de la Fundación para Las Letras Mexicanas, el escritor Geney Beltrán, aunque no aclaró si se trataría también de un curso o sólo de una conferencia magistral.

Beltrán también explicó que la transmisión de los cursos será gratuita y abierta, por las páginas de FB y los canales de YouTube de las instituciones participantes, en donde se quedarán grabados para su consulta posterior.
Además de estos cursos virtuales, del 24 de abril de 2021 al 19 de marzo de 2022 se llevará a cabo el seminario Introducción a la Literatura Moderna y Contemporánea de México, programa secuenciado de ponencias para docentes de preparatoria y público en general.
En la conferencia de prensa virtual en la que se dio el anuncio de esta iniciativa también participaron la escritora Magali Velasco, directora de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana; José Luis Martínez Suárez, director general del Área Académica de Humanidades de la misma universidad; Ludivina Cantú, directora de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y Celso José Garza Acuña, secretario de Extensión y Cultura de la UANL
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