La librería Mrs Dalloway en Culiacán, un oasis de escritoras para lectoras


Por Irma Gallo

Conocí a Sonia Higuera en 2020, en plena pandemia, en un taller de lectura y escritura alrededor de la obra de seis escritoras que impartí en línea en la Casa Universitaria del Libro cuando la directora todavía era la escritora y académica Rosa Beltrán.

Desde el principio me gustó la escritura de Sonia: intensa, profunda, pero sobre todo, honesta. Además de su pasión por la lectura de obras escritas por mujeres. Poco tiempo después me enteré que estaba organizando talleres, también en línea, con escritoras de todo el país, incluso extranjeras, como Ariana Harwicz, Laura Baeza, Bibiana Camacho, Lola Ancira, Ave Barrera, Liliana Blum, Cecilia Magaña, Xóchitl Olvera Lagunes, Ana García Bergua, Claudia Soto y muchas más.

Tomé algunas sesiones de ese primer taller, Habitaciones, y quedé encantada. No concluí porque en ese momento estaba haciendo un Máster en Estudios Avanzados en Literatura Española e Hispanoamericana en la Universidad de Barcelona —también en línea, no había de otra en ese momento—, pero seguí atenta al trabajo de Sonia, a través de su página Tejiendo historias, en la que no ha dejado de organizar talleres y conversatorios, así como la publicación de antologías que han surgido de dichos talleres.

Interior de la Librería Mrs. Dalloway. Foto: Facebook

Este 2022, Sonia Higuera fue mucho más allá: abrió una librería especializada en textos escritos por mujeres. La Librería Mrs. Dalloway comenzó primero solo con venta en línea y hace apenas unos meses se inauguró como un espacio físico en Culiacán, Sinaloa, en el que se dan cita escritoras, lectoras y amantes de la literatura y los procesos editoriales en general, para compartir experiencias, presentar libros, impartir talleres y mucho más.

Esta es la conversación que tuve con Sonia Higuera para La Libreta de Irma, y que pueden ver, completa, aquí:

Tejiendo Historias Live

«Desde estudiante, en la academia, siempre he tenido esa búsqueda, o ese incesante cuestionarme sobre qué es lo que quiero», respondió cuando le pregunté por sus inicios en la promoción de la lectura. «Entonces, tanto en licenciatura como en maestría yo no tenía como referentes a las escritoras. De repente, en Ingrávida, escucho testimonios de amigas y de otras compañeras, de que ocurría exactamente lo mismo: que ese referente de escritoras, de filósofas, de historiadoras, no hay una equivalencia entre mujeres y hombres», dice. «Eso me remontaba a Liliana Pedroza, que me tocó escucharla en una ocasión, en una plática que dio aquí en Culiacán, y sí, yo también me fui a mi librería personal, y me fui a alguna Gandhi, alguna Gonvill, alguna Educal y sí, algo que era tan evidente, pero ya constatarlo con tus ojos y decir, es verdad, no estoy leyendo escritoras, ¿qué está pasando con ellas?», comenta.

Captura de pantalla de la entrevista a Sonia Higuera

Me di a la tarea de hacer una búsqueda, un mapeo; me empecé a familiarizar con esta lectura. Sentía que iba llegando, que iba encontrando esa búsqueda que nacía desde mis estudios en licenciatura y en maestría.

Sonia Higuera tomó un taller de escritura con Mónica Lavin; después se acercó a Liliana Blum y a Ariana Harwicz.

«Ahora que lo pienso, para mí fue armar un taller con escritoras que me gustan y admiraban su obra y al mismo tiempo armar un proyecto de novela a la par con las demás personas, me emocionaba más, tanto construirlo como tomar el taller», comenta, acerca del surgimiento de Tejiendo Historias.

Me ha tocado toparme con editoriales que tienen en su catálogo a tres escritoras.

La poca visibilización del trabajo de las escritoras por parte del mercado editorial, aún en años recientes, y sobre todo fuera de la Ciudad de México, impulsó a Sonia Higuera a pensar en distribuir ella misma los títulos; así surgió la Librería Mrs. Dalloway.

«Ha sido algo riesgoso; me lo dijeron: el mercado, había mucha gente que me decía que no iba a ser redituable, que no iba a adquirir ganancias, como un proyecto que no veían porque habría de separar a los escritores en cuanto a géneros», cuenta.

Nunca he dudado de contar con una catálogo exclusivo de escritoras.

A pesar de las dificultades, Sonia tiene muy claro su objetivo; construir este catálogo: «Pero ha avanzado de manera un tanto orgánica, un tanto de ensayo y error; hay editoriales que me han apoyado y que me apoyaron desde que empecé, y que continúo trabajando con estas; hay editoriales que ya implican más trámites, más protocolo, pero tampoco quiero cerrar el paso a contar con una diversidad de editoriales porque a mí lo que me interesa es tener a las escritoras».

Ejemplares a la venta en Librería Mrs. Dalloway

En cuanto a la recepción de la librería en Culiacán, Sonia confiesa que ha encontrado resistencia: «Es más que visible que si hay resistencia para incluir el catálogo de tantas escritoras en grandes librerías, pues también lo hay desde los lectores, las lectoras asiduos, sin embargo lo que yo veo como una ventaja es que no hay más, y tienen que comprar lo que tengo aquí en catálogo», dice, con una sonrisa traviesa.

Como los viejos libreros de las antiguas librerías de barrio, Sonia Higuera ha encontrado la manera de encantar a los posibles lectores: «Yo hago recomendaciones. Siempre estoy ahí haciendo una reseña del libro, que si Laura Baeza, que si Lola Ancira, que a la mejor Xóchitl Olivera. Siempre estoy ahí, recomendando. Y afortunadamente la gente regresa, contenta, buscando otra recomendación», cuenta.

Presentación del libro Al pie de la lluvia de oro, de Raquel Cota. Foto: Facebook

«Mantenemos la interacción y al mismo tiempo se establece un vínculo, y un diálogo, y unas ganas de volver a la librería», comenta esta entusiasta promotora de la lectura.

Y como hemos dicho desde el principio de esta entrevista, la Librería Mrs. Dalloway también es un espacio para las presentaciones de libros, los conversatorios y los talleres.

«En Culiacán no me conocían como Tejiendo Historias. Aquí soy novata porque todo mi trabajo había sido en línea, en los talleres, y ya tengo más escritoras sinaloenses; por ejemplo, Lucía Leyva, que ya presentó su libro aquí, Ana Paula, que también presentó su libro aquí, Admito que estoy triste, y bueno, escritoras sinaloenses que se han acercado. También tenemos talleres de Artes Plásticas, tenemos a Elsa Aréchiga, que estaba integrando un taller de feminismo, con Angélica Mancilla, y ahora tenemos actividades presenciales los sábados en este taller que tiene que ver con el arte y la terapia», cuenta, con visible entusiasmo, Sonia Higuera.

«La experiencia que he tenido es que estoy indagando ya no sólo en la literatura aquí con los eventos presenciales, sino que también tuvimos un taller de encuadernación japonesa, con Martha Romero; vamos a tener un taller de encuadernación italiana y bueno, aquí son bienvenidas las artistas para que presenten su trabajo, hagan exposiciones también. Tuvimos un concierto con Talía Santana, que es buenísima cantante, y también tuvimos martes de poesía», dice.

Taller de encuadernación japonesa en Librería Mrs. Dalloway. Foto: Facebook

Tanto en la Librería Mrs. Dalloway como en la página de Facebook de Tejiendo Historias hay muchas opciones para quienes disfrutamos de la literatura escrita por mujeres, porque Sonia Higuera no para. Por si fuera poco, en estos días está a punto de publicar la antología de ensayo, cuento y minificción Medusas, que surgió del taller del mismo nombre. Anteriormente, ya había publicado la antología de cuento Destejiendo heridas, resultado del trabajo en un taller con Liliana Blum.

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