Yo, vergüenza de Marie Kondo, soy una acumuladora. Verán, tengo esta fantasía de que los libros me hablan y me piden que los recate, que les de un hogar. Soy como niña en tienda de mascotas: mira, mira, quiere que sea su mamá.
Yo, vergüenza de Marie Kondo, soy una acumuladora. Verán, tengo esta fantasía de que los libros me hablan y me piden que los recate, que les de un hogar. Soy como niña en tienda de mascotas: mira, mira, quiere que sea su mamá.